miércoles, 14 de octubre de 2009

Los "mártires" de la Ciencia.

Con el estreno de Ágora, la película de Alejandro Amenábar basada en la vida y la muerte de Hipatia, la astrónoma alejandrina del siglo IV de la que hemos hablado ya en un anterior post, han circulado por algunos foros ciertas críticas a la visión que el director español (o hispano-chileno, como prefieran) que de la muerte de la científica se da en la película. Amenábar en las diversas entrevistas que ha concedido para presentar su film habla de que Hipatia fue víctima del fanatismo (algo que es cierto en grado sumo puesto que sólo los fanáticos son capaces de recurrir a la violencia y al asesinato para defender sus ideas o rebatir las de otros) y esto parece que de alguna manera ha ofendido a ciertos sectores porque los asesinos de la sabia de Alejandría fueron hordas de cristianos presuntamente instigados por Cirilo, el obispo de la ciudad. Independientemente de que el obispo fuera directamente el responsable del crimen o de que, como parece que algunos autores defienden, Hipatia fuera víctima del fuego cruzado de una lucha política entre el Imperio Romano y el naciente poder de la Iglesia no cabe la menor duda de que esta admirable mujer murió por su pensamiento distinto, racional, por hacer y enseñar filosofía y ciencia, independientemente de la ideología o la religión que profesaran sus asesinos (¡ah!, y el mero hecho de ser una mujer también jugó mucho en su contra). En ese sentido me alineo con la posición de Amenábar, quien afirma no atacar al Cristianismo sino a los intolerantes, sean del signo que sean; en este sentido la Historia recoge no sólo el triste destino de Hipatia sino el de muchos más, víctimas de un pensamiento no acorde con los cánones políticos o religiosos impuestos en el lugar y en la época que les tocó vivir.

Haciendo un rapidísimo recuento, recuerdo a Anaxágoras, quien en el siglo V a.n.e. (antes de nuestra era) fue acusado de impío en Atenas por afirmar que el Sol era una enorme piedra ardiente, y no un dios, y que la Luna reflejaba meramente su luz; estas afirmaciones motivaron su exilio y hubiera terminado en la cárcel de no ser salvado por Pericles, alumno suyo.

Trasladándonos en el tiempo y en el espacio, viajamos a la España musulmana del siglo XII con Maimónides, médico y filósofo judío cordobés que sufrió el exilio, primero dentro de Al Ándalus y después por el norte de África debido a la intolerancia religiosa del Imperio Almohade. Maimónides, uno de los filósofos más grandes de la Historia intentó conciliar fe y razón lo que le atrajo las críticas tanto de pensadores musulmanes como de parte de sus propios correligionarios judíos.

En 1600 fue pasto de las llamas inquisitoriales romanas el astrónomo y filósofo Giordano Bruno acusado de herejía. Entre sus afirmaciones "heréticas" estaba su cosideración de un Universo infinito y la existencia de muchos más sistemas solares aparte del nuestro. Su proceso fue instruido por el mismo cardenal que dieciséis años más tarde llevaría otro contra el astrónomo Galileo Galilei por defender el sistema heliocéntrico de Copérnico que afirma que la Tierra y el resto de los planetas giran alrededor del Sol y atacar el sistema geocéntrico de Aristóteles, acorde con las Biblia. Galileo terminaría sus días en arresto domiciliario tras retractarse de sus ideas (o al menos de la defensa de las mismas).

Para terminar este brevísimo retraso viajaremos de nuevo hasta el siglo XX , concretamente a la Unión Soviética donde vivió el genetista y botánico Nikolai Vavílov. Vavílov fue condenado en 1940 a prisión, donde moriría tres años después, por defender los principios de la Genética moderna en los círculos científicos soviéticos de la época, dominados por su acérrimo enemigo Trofim Lysenko quien apoyado firmemente por el régimen estalinista defendió entre los años 30 y 60 las tesis evolutivas lamarquistas al afirmar que podía modificar las plantas modeándolas ambientalmente independientemente de su genética. Le declaró la guerra a la Genética como "ciencia burguesa" lo que supuso la eliminación de todos los defensores de las ideas biológicas modernas. Como hemos podido ver los ataques a la Ciencia y a los científicos no han sido hechos aislados y han afectado a todas las épocas y a credos y opciones políticas diversas. Pese a todo el progreso científico no ha parado y sigue luchando contra muchos enemigos, declarados o no, aún en nuestros días.


jueves, 1 de octubre de 2009

Contra las supercherías, ¡Ciencia! (I)



Hoy me he quedado estupefacto cuando en un espacio monográfico de las noticias de la tarde sobre las votaciones que decidirán la sede de los juegos olímpicos de 2016 han aparecido en pantalla algunos videntes haciendo predicciones sobre la posibilidad que Madrid tiene de ser sede olímpica. El ver esto en un noticiario serio, de una cadena seria nacional, mezclado con noticias obviamente serias y veraces sobre el tema en cuestión me ha hecho plantearme dos cosas: primero que los telediarios ya no son lo que eran en pos de ganar audiencia, y segundo, que considero de mayor gravedad, que si estas noticias merecen aparecer en prime time televisivo es porque existe una demanda relacionada con estos temas.Mi perplejidad ha aumentado cuando la prestigiosa agencia de noticias española EFE se hace eco, también hoy, de algo de lo que aquí les muestro algunos fragmentos como ilustración:

Madrid, 1 oct (EFE).- El druida (adivino) y escritor Manuel Aneiros ha afirmado hoy que Madrid tiene "el 70 y pico por ciento" de posibilidades de ser sede olímpica en 2016, pero por si acaso, ha echado un conjuro y ha confeccionado un amuleto a base de laurel, ruda silvestre y helecho macho, seleccionados expresamente en Galicia (...).


Acompañado de un gaitero, un tamboril y un grupo de bailarinas, componentes del grupo musical celta "Turdión", el druida remató el conjuro con una danza alrededor de una fogata purificadora y un ritual, en el que participaron varias personas.

En cuanto al helecho macho, Aneiros aseguró que "las esporas se convierten en duendes que te protegen del enemigo y la ruda es lo mejor que hay contra la envidia. Se hace un ramito con todo esto, se lleva muy oculto para alejar la negatividad y abrir la senda del bienestar".(...).



La agencia Europa Press, comenta también el hecho añadiendo que



Sin embargo, parece que las noticias no llegan a los bosques gallegos, lugar de procedencia del druida, porque a las preguntas de los periodistas sobre si había enviado ya el amuleto al alcalde de Madrid, el mago preguntó quién era Alberto Ruiz-Gallardón. Una vez informado dijo que no se lo había enviado ya que no se lo habían pedido.
El ritual en apoyo a la candidatura madrileña se enmarca dentro del XXV Foro Internacional de Ciencias Ocultas, inaugurado hoy en la estación de Príncipe Pío.



Sobran los comentarios; en pleno siglo XXI las agencias nos hablan de druidas, conjuros, duendes... y si hablan de ellos es porque una capa de la población está interesada en ellos (y si no pásense por los canales de tarot de la televisión).

De todas formas estas frikadas (permítanme el término) no han de preocuparnos tanto como otras apariciones en los media de actividades que con una pátina de seriedad e incluso con presuntos avales científicos interesan a sectores de la sociedad que incluso tienen formación universitaria.


Resulta paradójico que, al menos en Occidente, vivamos en un mundo cada vez más desecularizado tras un largo proceso que comenzó en el siglo de las luces y que a la sigan proliferando movimientos y creencias no basadas en la razón o en el método científico. Hombres y mujeres modernos, con gran formación, alejados de creencias religiosas se entregan a movimientos o prácticas que nada tienen que ver con la razón; han cambiado el confesionario por las flores de Bach o la consulta de un reputado tarotista. Además estas creencias han encontrado en internet un gran aliado para su difusión.


¿Qué hacer ante esto?. La solución es simple: raciocinio, sentido común, y ésta es la base de la Ciencia.


Con este post quiero prologar una serie que de tanto en tanto se ocupará de esclarecer las supercherías y los puntos oscuros de muchas de estas actividades.